Sostuvo que hay una luz verde a la posible investidura de su líder, Nuñer Feijóo. El grupo de extrema derecha ofreció apoyo sin pedir ministerios a cambio.
El coordinador general del Partido Popular, Elias Bendodo, aseguró este lunes que la reciente oferta del partido de extrema derecha Vox de apoyar la investidura del conservador Alberto Nuñez Feijóo como nuevo presidente español sin pedir ministerios a cambio despeja el camino para que los conservadores lleguen al gobierno.
La decisión de Vox fue bienvenida por el propio Feijóo el domingo, cuando fue conocida, y por el coordinador Bendodo, quien sostuvo que el cambio de Vox “da luz verde a una posible investidura del PP” y supone que “las reglas del juego cambian”, según indicó.
Las declaraciones del vocero del partido son parte de una ofensiva de los conservadores para negociar con otros posibles socios su llegada a la Moncloa y evitar una nueva elección si es que se concreta el bloqueo por el cual ninguna de las dos grandes agrupaciones de la derecha y de la centroizquierda española pueden lograr la mayoría necesaria de 176 escaños para encargarse de la presidencia del gobierno el 17 de agosto.
Vox había dicho el domingo que entregarán su apoyo al PP sin condiciones para evitar que el actual jefe de gobierno, el socialista “Pedro Sánchez sea investido presidente de la mano de todos los enemigos de España”.
Sin embargo, Feijóo no la tiene fácil. Este lunes, los nacionalistas vascos reiteraron su rechazo a que sus cinco legisladores validen cualquier acuerdo que incluya a la extrema derecha, aun cuando esta agrupación haya cedido sus 33 legisladores sin poner condiciones para garantizar la elección de Feijóo en el Congreso.
En declaraciones a la cadena Cope, la radio de los obispos españoles, Bendodo declaró que “el PP va a ofrecer a los españoles la formación de un gobierno en solitario, fuerte y amplio que empiece a rodar cuanto antes. Se dieron pasos para que el partido que ganó las elecciones forme un gobierno en solitario”.
En los comicios del 23 de julio último, el PP de Núñez Feijóo obtuvo 136 bancas de las 350 del Congreso, lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para gobernar en solitario, incluso con el apoyo de los 33 diputados que consiguió su único aliado potencial, el partido de extrema derecha de Vox.
Feijóo reivindicó su derecho a gobernar en minoría y lanzó la semana última negociaciones con varios partidos, aun cuando la presencia de Vox -una agrupación ultranacionalista que defiende una recentralización del país- es inaceptable para las formaciones regionales.
El líder del PP, sin embargo, se obstinaba ayer en su pretensión de poder contar con los apoyos para ser electo presidente del Gobierno y permitir que su partido retome el poder que Sánchez y su PSOE ejercen desde 2018.
El PSOE logró 122 bancas y sus aliados de izquierda de Sumar, 31, por lo que juntos cubren 153 asientos. Este número podría estirarse a 172 si lograran aliarse con varios partidos catalanes y vascos que ya los sostuvieron en la legislatura pasada apoyando de modo circunstancial al Gobierno en las votaciones en el Congreso pero sin ser parte de la alianza formal que tenían el PSOE y el partido de izquierda Unidas Podemos, que fue absorbido por Sumar.
El principal desafío de Sánchez es conseguir -si es necesaria- al menos la abstención de los siete diputados que sacó Junts per Catalunya, el partido del líder independentista catalán Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica y acusado de sedición por una declaración unilateral de independencia de Cataluña luego de un referéndum ilegal celebrado en 2017.
Además, los socialistas han recurrido la decisión del órgano electoral de quitarles un escaño en Madrid para dárselo a los conservadores, tras una revisión del recuento. Ese escaño es clave para ver si el líder socialista necesitaría el voto o solo la abstención de Junts.
Hasta ahora, un acuerdo entre las dos grandes fuerzas mayoritarias a derecha e izquierda (el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español) parece inviable, aun cuando evitaría una nueva cita electoral.
Núñez Feijóo insistió este fin de semana en acabar con esta “incertidumbre”, al defender que “gobierne el más votado evitando un “bloqueo y repetición electoral”.
Tras la constitución del Parlamento el próximo 17 de agosto, comienza un proceso en el que el rey Felipe VI, como jefe de Estado, tiene que proponer un candidato para que intente formar Gobierno, que necesita mayoría absoluta en primera votación o simple en segunda.
Si no se logra como máximo dos meses después de la primera votación, el país estaría abocado a nuevas elecciones, supuestamente en diciembre.
Fuentes: EFE, Télam y Clarín