Saldo 20 años. Con Horacio González, la Biblioteca Nacional sale a la gran disputa (2005)

Saldo 20 años.  Con Horacio González, la Biblioteca Nacional sale a la gran disputa (2005)

Fue quizás el último intelectual nacionalen la tradición del siglo XX y también el hijo ilustrado de cordobazo. Dirigido hacia el Biblioteca durante una década permitieron probar todos los extremos y dejar una tierra duradera que, sin embargo, ni se proponía ni se proponía seguir avanzando.

Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, durante una reunión de Carta Abierta de 2011.

la designación de Horacio González (sociólogo egresado de la UBA y médico durante su exilio en San Pablo), durante uno de los años de máxima popularidad de la presidencia de Néstor Kirchnerfue celebrado por un sector más amplio de las Humanidades y de los escritores: acabo de reconocer no sólo la generación del exilio y las luchas contra dictadurasino también una obra ensayística de fuerte sesgo poéticoatípica y visceral.

Con marcos de opacidad pero siempre originales, la obra de González se abrió al marxismo, al postestructuralismo francés para compensar al peronismo en relación a un cultura de izquierda concebido como esencial para una identidad nativa.

Como director de la Biblioteca Nacional, González tomó el camino hacia los clásicos literarios, omnipresentes en la antípodas del histórico José Clemente y su subdirector, Jorge Luis Borges.

Un reservorio de ideas

Pensemos en la institución como una reserva de ideas; el dios centralidad inédito y la conversión en un centro Cultural, generador de menos controversia que el consenso oficial, quizás en desmedro del cuidado de su acervo. Esta es la razón por la que entregas tu carga a una figura clave como Horacio Tarcusfundador de la biblioteca CeDInCI, especializada en el cultivo de la cultura latinoamericana.

El director creó el Museo de los Libros y las Palabrasreeditado íntegramente en papel revisiones literarias señeras de los años 70, como El escarabajo doradoproyecto de figuras del tradición peronista y entró de lleno en lo inédito polarización Política de 2008 de ofrecer la Biblioteca como sede del grupo Carta abiertaintelectuales y activistas oficiales.

El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González.  (EFE)El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González. (EFE)

Antes y después de que la Biblioteca Nacional tuviera una centralidad en la vida política argentina, no nació de un polo de activismo proactivo en respuesta al partido del gobernador.