Israel y Hamás, a las puertas de la primera tregua en Gaza

Una tregua no significa el final de la guerra, aunque es el primer paso. Después de 46 días de extrema violencia, con 1.200 israelíes y más de 14.000 palestinos muertos, la mayoría de ellos civiles a ambos lados de la verja de separación, Hamás e Israel estaban el martes por la noche a punto de acordar un cese temporal de las hostilidades en Gaza. Las informaciones de los últimos días sobre la inminencia de un alto el fuego cobraron fuerza con el paso de las horas y las familias de los 240 cautivos y desaparecidos contuvieron la respiración a la espera de conocer los nombres de los primeros en ser liberados. Los familiares se manifestaron a las puertas del ministerio de Defensa en Tel Aviv para presionar con toda el alma a quienes debían tomar la decisión final.

Fuentes próximas a este delicado proceso, que ha salido adelante gracias a la mediación de Qatar, indicaron que Hamás liberará a 50 niños y mujeres que tiene en su poder desde el 7 de octubre, a cambio de más de 100 mujeres y adolescentes palestinos encarcelados en Israel, así como en una pausa en los combates que duraría unos cinco días. Como siempre que se produce una excarcelación, las familias de las víctimas de prisioneros con delitos de sangre tienen 24 horas para recurrir cualquier intercambio.

En una sesión informativa con periodistas citada por Barak David, de Axios, un alto funcionario israelí cercano al proceso explicó que había consenso para este acuerdo entre Shin Bet, ejército, Mossad y los miembros del gabinete de guerra, encabezado por Benjamín Netanyahu. Esta misma fuente dijo que la liberación de rehenes por parte de Hamás se realizará por grupos durante los cuatro días posteriores a la entrada en vigor del alto el fuego y afectará a los cautivos que sean israelíes o tengan doble ciudadanía. Si hay ciudadanos extranjeros que son liberados, será una medida que adopte Hamás de manera unilateral. El ejército también habría aceptado la exigencia de Hamás de detener durante seis horas el vuelo de sus aviones no tripulados sobre Gaza durante los días de la tregua porque contaría con otros sistemas alternativos para no perder la vigilancia.

Donde encontró oposición el primer ministro fue entre los miembros ultranacionalistas sionistas de su gabinete como Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, quien dijo que «el Ejército debe seguir luchando hasta que Hamás se someta a nuestras condiciones». Ben Gvir y sus compañeros de coalición ya fueron increpados el lunes por las familias de los cautivos quienes les pidieron «dejar de hablar de matar árabes y empezar a hablar de salvar judíos».

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) jugará un papel clave en la operación ya que está en contacto con las dos partes en conflicto y con el acuerdo cerrado será el organismo encargado de transportar a los liberados hasta sus seres queridos, algo que ya sucedió con las cuatro mujeres liberadas hasta ahora por Hamás.

Ataques a hospitales

Como es habitual en estos casos, las horas previas a consumar el acuerdo estuvieron marcadas por la extrema violencia. Israel atacó directamente los hospitales de Indonesia y Al Awda con el objetivo de acabar con los centros médicos en el norte de la Franja y consiguió su objetivo. La Media Luna Roja denunció la muerte de tres médicos en Al Awda, entre ellos Mahmoud Abu Nujaila y Ahmad Al Sahar, de Médicos Sin Fronteras (MSF), a consecuencia de los bombardeos contra este centro en el que había la única maternidad que quedaba en la zona norte.

Del hospital de Indonesia lograron evacuar a cien heridos hacia el sur, pero quedan otros 500 a la espera de poder ser trasladaos en los próximos días. Hamás también lanzó un ataque con cohetes hacia Tel Aviv a la hora en la que comenzó la reunión del gabinete de guerra.

Como es habitual en estos casos, las horas previas a consumar el acuerdo estuvieron marcadas por la extrema violencia

La entrada en vigor de una tregua no supondrá grandes cambios al norte de Gaza donde el ejército ha dejado claro que no permitirá el regreso de los civiles que han dejado sus casas. Los planes de las fuerzas armadas son los de concentrar a la población gazatí en torno a la pequeña zona de Al Mawasi, en la costa sur.

Las treguas en Gaza son un momento de respiro para la población civil después de semanas de bombardeos, pero son también pausas en las que ambos bandos se reordenan, rearman y encuentran nuevas vías de golpear al enemigo. La guerra queda en suspenso, pero sigue viva y el portavoz del ejército, Daniel Hagari, insistió en que será larga y dura y que «ahora el objetivo es traer sanos y salvos a los nuestros a casa».