/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/KVJGK66XGZBS5DL5VSS5NGDT5U.jpg "Levi’s abrió su cinturón para dar propinas a sus vaqueros")
Acusaciones mutuas de incumplimiento pusieron el alto el fuego y la liberacin de secuestrados en peligro mientras que los gazates viven la segunda jornada sin bombardeos
Tras las acusaciones mutuas sobre violaciones del acuerdo que colocaron la tregua en la cuerda floja, Israel y el grupo integrista Hamas realizaron con varias horas de retraso la segunda tanda de la liberacin de rehenes israeles y presos palestinos. La intervencin personal del presidente estadounidense Joe Biden ante Qatar y Egipto permiti salvar un pacto muy frgil.
Mientras los gazates vivan una segunda jornada sin bombas esperando que el alto el fuego de cuatro das se alargue como lo hizo la cola ayer para recibir bombonas de gas, Israel volvi a experimentar fuertes sensaciones ante el regreso de parte de los secuestrados en los ataques de Hamas del pasado 7 de octubre.
Por la maana, los israeles vieron a Ohad Munder (9) correr hacia los brazos de su padre Avi o a la anciana Yafa Adar (85) rodeada por su familia tras estarlo por milicianos durante 49 das y ser liberados el viernes por la noche en el primer grupo de 13 personas. Por la noche, recibieron a otros 13 nios y mujeres e hicieron cbalas sobre la nueva lista sabiendo que 195 seguirn en manos de Hamas y Yihad Islmica. El alto fuego incluye la liberacin de presos palestinos-este sbado otros 39 adolescentes y mujeres- y el aumento de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Al mismo tiempo y de forma paralela, Hamas ha liberado a 15 extranjeros (4 este sbado) secuestrados mientras trabajaban en el sur de Israel.
El regreso de ocho nios y cinco mujeres este sbado ha sido celebrado en un hotel del Mar Muerto en el que desde hace 50 das se hospedan los desplazados del kibutz Beeri de donde procedan la mayora de secuestrados liberados. La alegra se mezclaba con la decepcin por los que siguen en el cuativerio y tristeza por los que ya no volvern. Y enfado porque Hila Rotem (13) volvi sin su madre Raya pese a que Hamas se haba comprometido en el acuerdo a no separar menores de sus madres. Maya Regev (21), que fue ingresada de urgencia en el hospital aunque su vida no corre peligro, es la primera joven puesta en libertad de los que fueron secuestrados en el multitudinario festival de msica en Reeim donde hubo el ataque ms sangriento del 7 de octubre. Su hermano Itai, que tambin estuvo en la macrofiesta, sigue secuestrado. Los rehenes liberados el viernes lo vieron desde los dos hospitales en los que fueron tratados con exmenes mdicos que confirmaron que, al menos fsicamente, se encuentran bien.
«Estoy muy contento por tener aqu de nuevo a mi mujer Doron y mis dos hijas Raz (4)y Aviv (2) pero no lo celebramos porque hay muchos que se quedaron ah. Somos todos una familia y seguir luchando para que todos vuelvan», proclam Yoni Asher tras reunirse por primera vez con su familia secuestrada en el kibutz Nir Oz. Adar, una de las fundadoras de esta agrupacin agrcola, regres sin saber que no puede volver ya a su kibutz arrasado ni que muchos de sus vecinos fueron secuestrados, incluyendo su nieto Tamir, y otros, asesinados. Hanna Katzir (76) tampoco saba que su marido fue asesinado y su hijo, al parecer, secuestrado. De sus primeros comentarios, se deduce que estuvieron en un tnel. La creencia es que la mayora de secuestrados se encuentran en el sur de la Franja de Gaza. Es decir lejos de los soldados desplegados masivamente en el norte.
EXCARCELADOS
Jvenes y mujeres palestinos excarcelados lo celebraron con banderas de Al Fatah y sobre todo de Hamas confirmando el temor de Israel, compartido en silencio por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Abu Mazen, de que la actual crisis ha aumentado la popularidad del grupo integrista en Cisjordania. Un reciente sondeo confirmaba hace una semana el apoyo a Hamas incluyendo su ataque del 7-0.
En la Franja de Gaza, donde Hamas s tiene el control desde 2007, los habitantes pueden ver y filmar sin arriesgar sus vidas los enormes destrozos de casi 50 das de ataques areos. «Cuando sal, no saba por qu calle o interseccin estaba pasando», cont Mahmoud Jamal (31) a la agencia AP. Este taxista de Beit Janun, en el norte de la Franja de Gaza, aluda a la destruccin en una de las zonas ms afectadas por las bombas y combates.
La tregua tambin permite la llegada de la ayuda humanitaria a esta zona nortea que incluye la ciudad de Gaza. Casi un milln de palestinos huyeron de este rea de un enclave en el que dos tercios de sus 2,2 millones de habitantes se encuentran ya en el sur. Segn el acuerdo, 200 camiones de alimentos, agua y medicamentos, cuatro de combustible y otros cuatro de gas entran cada da de tregua.
En el Aeropuerto Ben Gurion aterriz ayer un avin inusual en sus pistas. Procedente de Chipre, el aparato era catar y trajo a los emisarios del emirato. El emirato rabe, sede del liderazgo de Hamas en el exterior, deseaba no solo supervisar ms de cerca la tregua actual -que como se vio este sbado puede romperse en cualquier momento– sino intentar alargarla. El director del Servicio Estatal de Informacin de Egipto, Diaa Rashwan, revel que su pas recibi «seales positivas para que se ample uno o dos das ms». Para ello, el grupo integrista deber liberar a decenas de rehenes ms all de los 50 pactados.
Para Hamas, esta pausa es bsica para congelar y quiz enterrar una ofensiva destinada a acabar completamente con su brazo armado y rgimen en Gaza. De ah que el dirigente islamista en el extranjero Musa Abu Marzuk asegurara que seguir la tregua pese a denuncias de su grupo a «violaciones» israeles en alusin a la identidad de los presos palestinos liberados y el nmero de camiones de asistencia en Gaza. Israel lo neg y acus al lder de Hamas en Gaza, Yahia Sinwar, de «manipulaciones para aterrorizar a la sociedad y a las familias de los secuestrados». Las denuncias mutuas retrasaron la segunda tanda.
La posicin de Israel es aprovechar esta ventana de tregua para salvar el mximo nmero de rehenes pero cuando se cierre tarde o temprano reanudar los ataques tal y como afirma el jefe del Ejrcito Herzi Halevi: «Nuestra obligacin es luchar contra Hamas e incluso sacrificar nuestras vidas para lograr la liberacin de los secuestrados y que puedan volver a sus casas y vivir de forma segura».
«Estamos comprometidos a detener las operaciones militares durante el alto el fuego siempre y cuando Israel se comprometa a ello. No abandonaremos a los prisioneros y no pararemos nuestra campaa hasta que se alcancen nuestros objetivos», dijo el portavoz del brazo armado de Yihad Islmica, Abu Hamza, que tiene en su poder varios rehenes para canjes. Otro brazo armado, en este caso de Hamas, difundi ayer imgenes de dos palestinos a los que asesinaron y colgaron en un poste de electricidad en Tulkarem (norte de Cisjordania) bajo la sospecha que eran colaboracionistas de Israel.