Biden premia a Maduro por su acuerdo electoral con la oposición y levanta sanciones a Venezuela

La Administración Biden ha anunciado el levantamiento de sanciones a los sectores del petróleo, el gas y el oro de Venezuela como respuesta al acuerdo político alcanzado entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición democrática para las elecciones presidenciales del año que viene.

La decisión da oxígeno a Maduro y a la economía venezolana, que depende con fuerza de esos sectores. El régimen chavista y la Plataforma Unitaria, que reúne a buena parte de la oposición, han negociado desde 2021 un acercamiento que permita elecciones con cierta libertad y la participación de todos los actores políticos.

Esas conversaciones, con la mediación de Noruega, habían fracasado de manera rutinaria, pero revivieron este verano, en medio de una creciente asfixia del régimen de Maduro, y se materializaron en un acuerdo esta semana en Barbados.

El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, anunció la relajación de sanciones, comunicada también por el Departamento del Tesoro, y celebró el acuerdo entre Maduro y la oposición como un «paso concerto hacia la resolución de la crisis política, económica y humanitaria» en Venezuela.

El levantamiento de sanciones es «consistente con nuestro compromiso de relajar sanciones en respuesta a pasos concretos que den lugar a elecciones competitivas y al respeto de los derechos humanos y los derechos fundamentales», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.

La medida prevé una licencia general por un periodo de seis meses para transacciones de petróleo y gas de Venezuela -el país con mayores reservas de crudo del mundo-, que será renovada si el Gobierno de Maduro respeta la «hoja de ruta electoral» acordada con la oposición. También se estipula una licencia general para las operaciones de Minerven, la estatal venezolana del oro, con la intención de reducir las transacciones de oro en el mercado negro. Por último, se levanta el veto en las transacciones de algunos bonos soberanos de Venezuela y en la deuda y acciones de PDVSA, la petrolera estatal.

«El resto de sanciones y restricciones impuestas por EE.UU. a Venezuela siguen en pie», explicó Blinken que también aseguró que Maduro deberá tomar medidas hacia la celebración de elecciones libres de manera inmediata, antes del final de noviembre. Entre ellas, definir los plazos para la restitución del derecho de todos los candidatos a participar en las elecciones. Este es un asunto sensible ya que la principal favorita a imponerse en las primarias que celebrará la oposición para tener un candidato único, María Corina Machado, está inhabilitada por el régimen de Maduro durante quince años. Las primarias están previstas para este domingo. El Gobierno de Venezuela también tendrá que comenzar el proceso de liberación de extranjeros detenidos sin causa y de prisioneros políticos venezolanos.

«Si no se cumplen los términos del acuerdo, EE.UU. revocará los pasos dados», aseguró Blinken, cuyo comunicado culmina el proceso de acercamiento de Washington y Caracas.

Tras los comicios fraudulentos con los que Maduro se mantuvo en el poder 2018, el Gobierno de EE.UU., entonces liderado por Donald Trump, castigó con dureza al régimen chavista. La política de «máxima presión» de Trump hacia Maduro se tornó hacia un progresivo acomodo, en el contexto de turbulencias en el mercado energético que arrancaron con la guerra de Ucrania el año pasado. Entonces, la Casa Blanca hizo concesiones como algunos permisos para las operaciones de la estadounidense Chevron.

Otra señal de la mejora de relaciones entre EE.UU. y Venezuela ha sido la reciente decisión de la Administración Biden de recuperar los vuelos de repatriación a inmigrantes venezolanos que han entrado sin documentos y de forma masiva en los últimos meses en territorio estadounidense. Hasta ahora, el Gobierno de Maduro no permitía esas devoluciones y no estaba claro qué contrapartidas había obtenido de EE.UU. al aceptarlas.